GSK Consumer Healthcare, el fabricante de Advil, está al tanto de una correspondencia reciente en The Lancet Respiratory Medicine y comentarios del Ministerio de Salud francés que llaman la atención sobre una posible hipótesis acerca de la posibilidad de una asociación entre el uso de ibuprofeno para tratar los síntomas de COVID-19 y el empeoramiento del resultado del virus.
Deseamos reforzar el hecho de que la hipótesis fue una idea destinada a una revisión y evaluación científica adicional, y que puede ser confuso para el público en general si sacamos conclusiones clínicas de dicha hipótesis. Si bien la hipótesis es bien intencionada, no está respaldada por evidencia clínica o datos, y por lo tanto puede ser engañosa para las personas que están ansiosas por lo que deberían y no deberían hacer frente a la amenaza del COVID-19.
Dicho esto, la editorial/hipótesis también es un recordatorio importante de que nosotros, como profesionales de la salud, tenemos un papel fundamental que desempeñar mientras nos miramos y trabajamos para dar sentido al desafío del COVID-19 y establecer un nuevo curso científico para su tratamiento y gestión.
Estamos preparados específicamente para ser especialmente observadores, buscando patrones o ideas empíricas. Podemos y debemos compartir ideas e inspirar el intercambio científico donde pertenece, entre los médicos y las comunidades médicas. Durante estos tiempos aterradores, también debemos centrarnos en la educación y los hechos, especialmente cuando faltan los datos. Los profesionales de la salud están bien posicionados para reforzar de manera fácil y confiable los mensajes públicos, gestionar los rumores y la información errónea, y ayudar a difundir información creíble para aumentar la conciencia y minimizar la confusión y el miedo.
Apreciamos que las personas estén preocupadas por el uso de ibuprofeno y el COVID-19. Nuestros pacientes, familiares y amigos necesitan hechos y orientación. Si bien GSK hará todo lo posible para respaldar más investigaciones sobre las hipótesis que incluyen nuestros productos, hasta que haya evidencia o consenso médico, debemos mantener las hipótesis en perspectiva y asegurarles a las personas que no hay evidencia concluyente de que los síntomas de COVID-19 empeoren por el ibuprofeno.
Esto es lo que sabemos:
Una comunicación recientemente publicada en The Lancet Respiratory Medicine buscó resumir las asociaciones entre enfermedades cardiovasculares, diabetes y COVID-19 observadas en Wuhan. Los autores sugirieron que los estados de enfermedad y los medicamentos utilizados en su tratamiento pueden estar asociados con peores resultados de COVID-19. Los autores citaron el modelado de receptores en un intento de predecir las interacciones ACE2 de SARS-CoV-2. Ellos plantean la hipótesis de que la expresión de ACE2 aumentó sustancialmente en pacientes tratados con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE) y bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA). También implicaron ibuprofeno y tiazolidinedionas en la regulación positiva de ACE2. Al evaluar el vínculo entre las comorbilidades y el COVID-19, Fang et al. hicieron suposiciones con respecto a las intervenciones farmacológicas. El tratamiento real con ACEi o ARB no se evaluó en las 3 publicaciones principales y esto debe tenerse en cuenta al interpretar la aplicabilidad de esta información.
Esta teoría sobre el uso de productos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) específicamente ibuprofeno que empeora los síntomas de COVID-19 carece de evidencia clínica y ha causado considerable confusión y controversia dentro de los medios y en los canales de redes sociales.
Esta es una situación emergente y en rápida evolución y, debido a que la seguridad del consumidor es nuestra principal prioridad, estamos monitoreando de cerca las declaraciones independientes de respetadas autoridades de salud pública y expertos médicos.
La OMS no recomienda en contra del uso de ibuprofeno y no tiene conocimiento de informes de ningún efecto negativo del ibuprofeno más allá de los efectos secundarios conocidos habituales que limitan su uso en ciertas poblaciones. Actualmente, los CDC no tienen conocimiento de evidencia científica que establezca un vínculo entre los AINE y el empeoramiento del COVID 19. Además, la mayoría de las autoridades sanitarias internacionales acreditadas continúan apoyando el uso de ibuprofeno para tratar los síntomas de COVID-19.
Con base en la mejor ciencia disponible para nosotros hoy sobre el ibuprofeno, incluido su historial de seguridad bien establecido, alentamos a los médicos a brindar orientación con confianza a sus pacientes sobre el uso apropiado del ibuprofeno como un reductor de la fiebre y el dolor.
Continuaremos monitoreando la situación y proporcionándole actualizaciones a medida que entren. Como siempre, seguimos comprometidos a proporcionar información equilibrada sobre nuestros medicamentos, mantener la transparencia sobre nuestro trabajo y siempre anteponer los intereses de las personas que confían primero en nuestros medicamentos.